Tuesday, May 13, 2008

Habeas Corpus?

Imagina... Te encuentras en el metro de Nueva York. De pronto, sientes que te vas a desmayar. Sientes náuseas. Vas al baño del metro y, debido a tu malestar, te da igual sentarte en el suelo frente al inodoro. Con dificultad pones tu mano en la taza y te incorporas para poder vomitar. Entre los sonidos cavernosos que está produciendo tu cuerpo y el salpicar del agua no oyes a la señora sin-hogar que desde hace un par de meses ha establecido en ese espacio del subterráneo su casa.

-¿Estás bien niña?-Te dice.
-Si... si...
-No te preocupes, voy a avisar al supervisor de la estación para que llame a una ambulancia.

La señora sale del baño pero, una vez más, no oyes nada gracias a la armoniosa orquesta en la que se ha convertido tu cuerpo. Finalmente, tu cuerpo se desploma y el mundo se vuelve oscuro y silencioso.

Cuando abres tus ojos un chico está manoseando tu brazo intentando encontrar una vena. Las paredes a tu alrededor se mueven y oyes el sonido de un motor en algun lugar cercano. Te lleva un par de minutos darte cuenta de que estás en una ambulancia y que el chico que manosea tu brazo es un enfermero. En poco tiempo llegas al hospital y el glorioso sistema médico americano te trata y te avisa de que tienes un leve caso de anemia.

Pero es un par de meses después cuando descubres en su totalidad la gloria del sistema: te llega la factura. Tu corazón se para nada más empezar a leer.

"Ambulancia - $700"

A pesar de la insistencia en un sistema de salud gubernamental, el lobby de las empresas de seguros es demasiado poderoso. Cuando el capitalismo es llevado al extremo, las empresas empiezan a influir en las decisiones del país, y si no pagas $1000 al mes, entonces te expones a pagar miles de dólares por la menor de las intervenciones.

Desgraciadamente el cambio que arreglaría este problema nunca pasará. Gente como Hilary Clinton ofrecen soluciones, como que el gobierno pague a las aseguradoras, pero el dinero necesario sería tan abrumador que llevaría al sistema sanitario a la ruina.